martes, 20 de enero de 2015

La Oración - Parte 1



Fuente: http://www.atinachile.cl/mi-amigo-llamado-merlin-cuento-humanistico-de-un-perro

Como vimos en la Introducción de este Blog, si hemos recibido a Jesús en nuestro corazón como nuestro Señor y nuestro Salvador, somos hijos de Dios.
 
Si bien es cierto que un padre se comunica con su hijo y el hijo se comunica con su padre pues hay una relación entre los dos y es necesaria dicha comunicación, lo mismo sucede con Dios y contigo.

Dios quiere hablar contigo y tú necesitas hablar con Él. La oración es un diálogo directo entre Dios y tú, de modo que cuando oras, estás hablando con Dios. Eso es precisamente la oración: hablar con Dios.[1] De hecho, con Dios puedes hablar como cuando hablas con un amigo o una amiga: con sinceridad, respeto y confianza.

Vamos a mirar un verso de la Biblia:

“Nunca dejen de orar”

                                                                                              1ª Tesalonicenses 5:17 NTV                 
Como puedes observar, es necesario que mantengamos una actitud constante de oración, pues por medio de ella podemos comunicarnos con Dios y saber lo que Él quiere decirnos.

Ahora bien, veamos unos versos que nos hablan sobre la oración:


Fuente: http://jesusenimagen.blogspot.com/2013/01/orando.html


“Señor, escucha mi voz por la mañana;
    cada mañana llevo a ti mis peticiones y quedo a la espera.”

 Salmo 5:3 NTV

“Yo, Señor, te ruego que me ayudes;
    por la mañana busco tu presencia en oración.”

Salmo 88:13 NVI

“Mañana, tarde y noche,
no dejaré de rogarle;
¡él habrá de escucharme!”

Salmo 55:17 TLA

Los salmos anteriores nos enseñan que podemos exponer nuestro caso ante Dios, es decir, nuestras necesidades y asuntos. ¿Podemos hablar con Dios acerca de nuestras necesidades, nuestras cosas, nuestros deseos, nuestros temores, nuestras debilidades, nuestros sueños y más? La respuesta es sencilla: .  

Ahora, como Dios quiere hablar contigo y tú necesitas hablar con Él, es muy apropiado que hagas de la oración una disciplina diaria en tu vida,que la conviertas en una sana costumbre del día a día.

Por esto, es pertinente y adecuado que dispongas un tiempo diario para hablar con Dios. Ese tiempo debe ser en privado, en donde estén solamente Dios y tú. A dicho tiempo diario se le conoce como El Devocional. Se le llama así porque es un tiempo que se dedica a Dios con fervor, con respeto, con constancia y porque es una buena costumbre. Se recomienda realizarlo en la mañana.

Valga decir que si por una circunstancia u otra no pudiste orar en la mañana, no hay problema. Puedes hacerlo en la tarde o en la noche. Dios es flexible, no psicorígido. Pero, en todo caso, es bien importante que mantengas esa disciplina o costumbre diaria haciéndola principalmente en las horas de la mañana y que no la descuides, o sea, que no dejes de orar.

Así como nosotros hablamos a Dios, Él también habla a nosotros, pues como lo dijimos, la oración es un diálogo.

En este caso, el medio general y más usual que Dios usa para hablarnos es la Biblia, la cual es la Palabra de Dios escrita. Entonces, en el tiempo devocional también debemos leer la Biblia. Se recomienda para los lectores y lectoras de este Blog comenzar leyendo el Evangelio según San Juan, ya que éste es un Evangelio que muestra a Jesús de una manera muy cercana al ser humano.


Fuente: http://www.mi-web.org/miembros/54426-aventurasperezoso/fotos/124976-leer-la-biblia-mata


Veamos otro verso acerca de la oración:

“Cuando alguno de ustedes ore, hágalo a solas. Vaya a su cuarto, cierre la puerta y hable allí en secreto con Dios, su Padre, pues él da lo que se le pide en secreto.”
Mateo 6:6 TLA

La oración es muy importante en la vida del creyente. Cuando oramos Dios, hace grandes cosas: te puede dar sabiduría para tratar algún asunto importante o pequeño, te puede dar paz, puedes sentir Su Presencia, puedes llorar con Dios(es decir, desahogarte con Él si estás triste), Él puede hablar a tu corazón, y más.


Fuente: http://cristovive.bligoo.com/debemos-orar-tiene-poder-la-oracion

La oración mueve la mano de Dios, es decir, produce o lleva como efecto que Dios obre o actúe a favor de nosotros de acuerdo a las peticiones que le estamos haciendo. Un ejemplo: Juanito le pide a Dios en el devocional que le ayude para que le acepten en la empresa la solicitud de aumento de sueldo, pues por sus gastos y necesidades requiere un aumento. Cuando Juanito habla con el jefe que le recibe la solicitud, el jefe estudia la solicitud y se la acepta sin ningún problema. Así de sencillo. Dios le ayudó a Juanito. Dios es fiel y para Él no hay nada imposible. Y cuando decimos nada, es NADA (excepto ir en contra de lo que Él mismo ha establecido).

Personalmente, siendo quien escribe este blog, puedo dar fe y testimonio que cuando uno ora, Dios se mueve, hace cosas a favor de uno. La oración tiene poder, y en eso no hay excepciones ni favoritismos.


Fuente: http://www.lahora.com.ec/index.php/noticias/show/1101476399/-1/El_poder_de_la_oraci%C3%B3n.html#.VL26iStMzTg


Es importante poner todo asunto delante de la presencia de Dios. Si esto haces, verás que tu vida se irá desarrollando conforme al plan que Dios tenga para ella. Dios tiene un plan para la vida de cada persona, y ese plan es el mejor para esa vida.[2] Dios te ama, tiene un plan especial para ti y quiere que tú lo sepas. Pues bien, es a través de la oración que descubrimos la voluntad de Dios para nosotros en distintos ámbitos de nuestra vida. De hecho, Dios te puede guiar para escoger tu carrera universitaria, saber con quién te casas, si haces un viaje, si haces un negocio, y más.

Por ejemplo: si eres negociante y necesitas tomar la decisión de escoger uno de dos proyectos que te están ofreciendo, puedes pedirle a Dios sabiduría para tomar la decisión correcta, y Él te la dará.


Si oras, puedes evitar cometer muchos errores en tu vida.[3] Dios te creó, por tanto, Él te conoce y sabe qué es lo mejor para ti, sabe qué es lo más conveniente para tu vida. Por ello, te aconsejo fuertemente poner  todo asunto delante de Dios para que Él te de la mejor dirección o guía.

Debido a lo anterior,la recomendación más especial es apartar una hora y un lugar para orar. Como lo vimos en Mateo 6:6 es importante tener un lugar para orar  y que sea a solas. Por favor, fija una hora y un lugar para orar y leer la Biblia.[4] Con esto, tu vida irá cambiando poco a poco y verás a Dios obrar en ella.

También debes tener en cuenta que puedes orar por otras personas. Si eres mamá, puedes orar para que a tus hijos les vaya bien en el colegio o para que te vaya bien en tu trabajo. Si eres soltero o soltera y vives todavía con tus padres, puedes orar por ellos por ti  para que les vaya bien en el trabajo y tengan buena salud.

Orar por otras personas es algo que agrada a Dios, y esa acción de orar por otros se llama Intercesión. La intercesión es un ministerio(o sea, un servicio) maravilloso  pues al orar por otras personas puedes ver cómo Dios responde tus peticiones y cómo esa persona sale adelante de sus circunstancias. Esta clase de oración tiene mucho poder y es un servicio a Dios precioso, el cual está disponible a todas las personas[5]. Cuando oras por otras personas estás sirviendo a Dios.


Fuente: http://pixgood.com/praying-together.html


Finalmente, para terminar esta lección debemos recordar la invitación que nos hace el Señor Jesús para orar y la actitud de fe que se debe tener al hacerlo:

“Pidan a Dios, y él les dará. Hablen con Dios, y encontrarán lo que buscan. Llámenlo,y él los atenderá. Porque el que confía en Dios recibe lo que pide, encuentra lo que  busca y, si llama, es atendido.”   
Mateo 7:7-8 TLA

“Entonces Jesús dijo a los discípulos:
—Tengan fe en Dios. Les digo la verdad, ustedes pueden decir a esta montaña: “Levántate y échate al mar”, y sucederá; pero deben creer de verdad que ocurrirá y no tener ninguna duda en el corazón.  Les digo, ustedes pueden orar por cualquier cosa y si creen que la han recibido, será suya.”
Marcos 11: 22-24 NTV

Los anteriores versos o versículos son promesas de Dios para tu vida, así que guárdalas en tu corazón, atesóralas y aférrate a ellas.

“La oración es el medio para conseguir las cosas de Dios”.[6] ¡Vamos a orar!


Fuente: http://notus.com.mx/tag/hablar-con-dios/


Si tienes alguna duda o pregunta, puedes dejarla consignada en el espacio inferior de comentarios. Gracias.

[1] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida NuevaEditorial Buena Semilla. Pág 37.
[2] Lindsay, G. (2002). Cómo vivir una vida cristiana. Christ for the Nations,Inc. Pág. 5.
[3] Lindsay, G. (2002). Cómo vivir una vida cristiana. Christ for the Nations,Inc. Pág. 5.
[4] Lindsay, G. (2002). Cómo vivir una vida cristiana. Christ for the Nations,Inc. Pág. 5.
[5] Lindsay, G. (2002). Cómo vivir una vida cristiana. Christ for the Nations,Inc. Pág. 5.
[6] Lindsay, G. (2002). Cómo vivir una vida cristiana. Christ for the Nations,Inc. Pág. 4.



     
     

miércoles, 7 de enero de 2015

INTRODUCCIÓN

Querido lector y querida lectora:

Este blog ha sido creado con el fin de que seas instruido en los caminos de Dios y puedas saber y entender las grandes cosas que Él tiene para ti.

Dios es bueno. Siempre lo ha sido y siempre lo será. Parte de esa bondad de Dios se expresa en que Él quiere mostrarnos el camino correcto. Por eso, en este espacio se tratarán temas que te ayudarán a llevar una adecuada relación con Dios, a fin de que puedas ver Su bondad, es decir, experimentarla día a día y comprenderla de manera más clara y detallada en tu propia vida.

Ser cristiano o cristiana no significa cambiar de religión. Significa tener una relación con Dios. Eso es lo que Él desea para ti: que tengas una relación  íntima, real y personal con Él y que lo puedas conocer como tu Padre, Amigo, Consejero, Protector, el Dios que te ama, tu Maestro, Ayudador, Consolador, Pastor, entre otro tantos papeles que Dios puede desempeñar en tu vida, si se lo permites. Ser cristiano también significa reconocer a Cristo como el Señor y el Salvador de nuestras vidas y requiere de nosotros la decisión de seguirlo, es decir, poner en práctica en la vida diaria lo que Él nos dice y nos enseña en Su Palabra. Eso se llama ser un discípulo de Jesús.   

Si tú has recibido en tu corazón a Jesús como tu Señor y tu Salvador personal y quieres seguirlo, ya tienes una relación con Dios, eres hijo o hija de Él, y déjame decirte: ya eres cristiano o cristiana, pues como lo dijimos, cristiano es aquél que tiene una relación personal con Dios, su Creador. 

Valga aclarar que seguir a Dios es una decisión tuya, es una elección libre. Dios es un caballero y no obliga a nadie y ninguna persona puede obligarte a seguirlo a Él. Tú eliges si quieres ser  cristiano(a) o no. Dios siempre respetará tus decisiones.

Finalmente, no me queda más que decirte que estoy agradecido con Dios por esta oportunidad de enseñarte y que todas las enseñanzas que se expondrán en este espacio las encomiendo en Manos de Dios para que sea Él dirigiéndolas y para que por medio de Su Santo Espíritu sea enseñándote las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo a fin de que tu vida sea transformada como lo hizo con la mía y con la de millones de personas que hoy a gran voz podemos clamar "Jesucristo es el Señor".

Dios te bendiga y muchas gracias, y por favor, con corazón noble acepta Sus palabras, pues como lo dijo el mismo Moisés:

Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra. Si obedeces al Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre.”

Deuteronomio 28: 1-2 NVI