lunes, 9 de febrero de 2015

La Oración - Parte 2

Ahora vamos a mirar las características de la oración, las cuales son diversas y muy interesantes. Para este análisis usaremos el modelo perfecto de oración: el Padre Nuestro, el cual fue diseñado y enseñado por el mismo Señor Jesús. Echémosle un vistazo:

"Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas. A ellos les encanta que la gente los vea orar. Por eso oran de pie en las sinagogas y en los lugares por donde pasa mucha gente. Pueden estar seguros de que no tendrán otra recompensa.
»Cuando alguno de ustedes ore, hágalo a solas. Vaya a su cuarto, cierre la puerta y hable allí en secreto con Dios, su Padre, pues él da lo que se le pide en secreto.
»Cuando ustedes oren, no usen muchas palabras, como hacen los que no conocen verdaderamente a Dios. Ellos creen que, porque hablan mucho, Dios les va a hacer más caso. No los imiten, porque Dios, nuestro Padre, sabe lo que ustedes necesitan, aun antes de que se lo pidan.
»Ustedes deben orar así:

“Padre nuestro
que estás en el cielo:
Que todos reconozcan
que tú eres el verdadero Dios.

Ven y sé nuestro único rey.
Que todos los que viven
en la tierra te obedezcan,
como te obedecen
los que están en el cielo.

Danos la comida que necesitamos hoy.

Perdona el mal que hacemos,
así como nosotros perdonamos
a los que nos hacen mal.



Y cuando vengan las pruebas,

no permitas que ellas nos aparten de ti,

                                   y líbranos del poder del diablo.”                                
Mateo 6 : 5 - 13 TLA

Como lo dijimos antes, el Padre Nuestro nos permite encontrar unas características que vamos a analizar, como sigue:

a) Orar no es repetir. [1]

"Cuando ustedes oren, no usen muchas palabras, como hacen los que no conocen verdaderamente a Dios. Ellos creen que, porque hablan mucho, Dios les va a hacer más caso."
Mateo 6:7 TLA

Aunque Jesús instauró el Padre Nuestro, las oraciones que Él hizo fueron variadas. Cuando Él oraba, estaba hablando con su Padre, y en distintos pasajes de la Biblia podemos observar cómo Él le decía las cosas a Dios: le decía lo que sentía (Lucas 10:21), lo que pensaba (Marcos 14:36), lo que deseaba (Juan 17:24). Hablaba con Dios de corazón, es decir, sinceramente. Cuando Jesús oraba NO repetía el Padre Nuestro, sin embargo, sus oraciones sí mostraban el esquema, y más que todo, las características mismas de la oración que expuso en el Padre Nuestro. 

Jesús diseñó el Padre Nuestro como modelo de oración, mas no para que fuera repetido y repetido un sin número de veces de manera inconsciente, mecánica y religiosa.

Orar no es rezar, no es repetir. Orar es hablar con Dios.[2] Es decirle lo que se siente,lo que se piensa, lo que se opina,lo que se desea. Hay una diferencia muy grande entre repetir frases o palabras y decir las cosas que se piensan, se sienten, se desean, se planean, etc.
Fuente: http://homes.ourproject.org/~vjrj/blog/2008/11/26/repitiendo/

b) Orar incluye adorar. [3]

"Ustedes deben orar así:
Padre nuestro
que estás en el cielo:
Que todos reconozcan
que tú eres el verdadero Dios."

Mateo 6:9 TLA

¿Qué es adorar? Bueno, adorar tiene un significado muy bonito y profundo desde el punto de vista espiritual y del alma. Adorar a Dios significa deleitarse en Él, es decir, que nuestro corazón:  

- Tome placer en Dios. 
- Se goce en Él.
- Le entregue todo nuestro amor.
- Se sienta feliz con Dios. 

Adorar también significa que nuestro corazón respete a Dios, lo honre, que se humille ante Él, que se rinda a Él (es decir, se someta a Su voluntad); teniendo estos significados como los más prácticos y puntuales. En pocas palabras, adorar es una actitud interior que se expresa de modo exterior. La Adoración es una expresión de nuestro amor a Dios.

¿Cómo adorar? Lo puedes hacer con tus propias palabras, con una canción, con una actitud reverente ante Dios, haciéndole un poema lleno de amor hacia Él, pero más aún con tu forma de vivir.

La adoración es única y exclusivamente para Dios. La Biblia prohíbe darle a adoración a alguna otra persona o cosa.

Para que tengas una idea sobre lo que es la adoración, el siguiente vídeo es una canción que habla sobre el amor de Dios por el mundo al entregar a su Hijo Jesucristo a fin de que pagase por nuestros pecados y así nos diera esperanza y salvación,  y también expresa lo que siente el autor de la canción. Este video nos permite ver la manera en que una persona expresa su adoración a Dios.





Fuente: http://youtu.be/e5OXAQKyU8w


c) La oración involucra sujeción. [4]


"Ven y sé nuestro único rey.
Que todos los que viven
en la tierra te obedezcan,
como te obedecen
los que están en el cielo."
Mateo 6:10 TLA

Cuando hablamos de sujetarnos a Dios estamos indicando que nos sometemos a Su voluntad, es decir, no hacemos lo que queremos sino que elegimos hacer lo que Dios quiere.  Para entender mejor esta situación e importante verdad veremos dos ejemplos:

1. El Señor Jesucristo. Cuando Jesús oraba a  Dios en el huerto de Getsemaní pidiéndole que si era posible no le tocara a Él padecer todo el sufrimiento que implicaba ser crucificado, finalmente accedió a la voluntad de Su Padre exclamando el muy conocido y profundo pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras" (Marcos 14:36  LBLA).  

Someterse a Dios significa no hacer nuestra voluntad sino hacer Su voluntad.

2. La virgen María. Parte del plan de Dios para salvar a la Humanidad era escoger a una mujer para traer Su Hijo al mundo. María fue el instrumento que Dios usó para traer a Jesús  al mundo. Valga hacer una aclaración: María no es la madre de Dios (Él no tiene mamá, pues si así fuera, dejaría de ser Dios), pero, sí es la madre de la parte humana de Jesús(recordemos que Él es 100 % hombre y 100 % Dios). 

Lo que muchos no saben es que el hecho de que María estuviera embarazada sin haberse casado le conllevaba una amenaza de muerte, pues, según la Ley judía, la mujer que adulteraba debía ser apedreada. ¿Pero qué pasó? María no tuvo miedo y se sometió a la voluntad de Dios, tal como lo exclama en el texto bíblico: 

"A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María. El ángel se acercó a ella y le dijo:

—¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo.


Ante estas palabras, María se perturbó, y se preguntaba qué podría significar este saludo.
—No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—. Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David, y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su reinado no tendrá fin.
 —¿Cómo podrá suceder esto —le preguntó María al ángel—, puesto que soy virgen?
 —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios. También tu parienta Elisabet va a tener un hijo en su vejez; de hecho, la que decían que era estéril ya está en el sexto mes de embarazo. Porque para Dios no hay nada imposible. 

—Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho."  (Lucas 1:26- 38 NVI).

Todos debemos tener la esperanza de que lo que Dios quiere para nosotros es mejor que lo que queremos para nosotros mismos. De hecho, Dios sabe lo que es mejor para nosotros pues es nuestro Creador(esto indica que nos conoce a profundidad,que conoce lo más profundo e íntimo de nuestro corazón, de nuestro ser) y por tanto tiene toda la autoridad para indicarnos qué hacer y cómo hacerlo. 

Aunque someterse a Dios duele(en la mayoría de los casos, si no en todos), es lo mejor, pues al final se tendrá paz de haber hecho lo correcto y lo que hagamos conforme a la voluntad de Dios dará un fruto que nada ni nadie podrá derribar, pues es Dios mismo Quien hace que nuestras acciones de obediencia den el fruto adecuado y correcto. Cuando Dios hace algo, nada ni nadie lo puede derribar ni quitar.

Obedece siempre a Dios en todo. Recuerda que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta. Aunque al principio nos cueste obedecer, al final veremos los frutos, los cuales son buenos, agradables y perfectos. Estaremos felices y en paz como consecuencia de haber obedecido. 

La obediencia a Dios es la llave de la bendición, esto es, obedecer a Dios te traerá como consecuencia que Él te bendiga, que te dé muchas bendiciones. 

Recuerda esta preciosa promesa:

"Díganle al justo que le irá bien,
  pues gozará del fruto de sus acciones." 
Isaías 3:10 NVI

Fuente: http://jhonmilton.org/una-familia-de-fe/

d)  La oración nos permite hacer Petición. [5]

"Danos la comida que necesitamos hoy."
Mateo 6:11 TLA

Como lo vimos en la descripción de la Oración, nosotros podemos hablar con Dios y pedirle las cosas que necesitamos. Dios nos oirá, siempre y cuando pidamos conforme a Su voluntad, lo cual es lo mejor para nosotros. Dios sabe qué es lo mejor para nosotros.

Para orar debemos tener en cuenta dos factores claves:

1. Pedir en el Nombre de Jesús.  Cuando Jesucristo estaba aquí en la Tierra, dio instrucciones a Sus discípulos, y entre esas instrucciones tenemos la siguiente promesa: "Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo. Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré."(Juan 14:13 - 14 NVI). 

Esta promesa sigue vigente para nosotros, así que si pedimos en el Nombre de Jesús, nos será dado lo que pedimos. Un ejemplo:  María necesita unos zapatos y no tiene plata. ¿Qué hace María? Sencillo: ella ora. La oración que hace es la siguiente: 

"Dios mío, en el Nombre de Jesús te pido que me concedas unos zapatos. Mira, Dios mío, que no tengo zapatos y necesito unos. Gracias, Señor, en el Nombre de Jesús. Amén" 

Después de eso, un familiar de María llega al otro día a la casa y le regala unos zapatos. 

Debemos recordar que Dios obra de variadas formas, así que, retomando el ejemplo de María, Dios pudo haberle contestado de varias maneras, entre las cuales se pueden encontrar que ella consiguiera un trabajo que le proveyera dinero para sus zapatos, o que alguien le prestara dinero para comprarlos, o como dijimos, que el familiar de María llegara al otro día y le diera los zapatos, etc.

2. Pedir conforme a la voluntad de Dios. La Biblia nos habla de una promesa muy interesante y muy bonita, la cual debemos tener en cuenta y muy presente para nuestras peticiones: 

 "Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye." ( 1 Juan 5:14 NVI).

Dios NO nos da todo lo que le pedimos, sólo nos dará lo que está en Su voluntad darnos.  Dios sabe qué es lo mejor para nosotros y, aunque creamos saber lo que es mejor para nosotros(aunque en realidad no lo sea) y en base a eso le pidamos cosas, Él sólo nos dará lo que nos conviene, lo que en verdad es mejor para nosotros. ¿Dónde encontramos la voluntad de Dios para nuestras vidas? Respuesta: en la Biblia. Por eso debemos leer la Biblia.

Con lo anterior NO se quiere indicar que NO debemos pedirle cosas a Dios. Sí debemos pedirle cosas a Dios pero teniendo presente que las cosas se nos concederán conforme a Su voluntad.



Fuente: http://iglesiared.org/Transformados%20por%20la%20oracion.html

También conviene hablar en este aparte sobre el Espíritu Santo. Él es Dios, y es precisamente Él quién nos puede ayudar en el momento de la oración. De hecho, una de las actividades que hace el Espíritu Santo es ayudar al creyente en la actividad de orar. Esto lo podemos ver en el siguiente versículo:

"De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe qué es lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega, conforme a la voluntad de Dios, por los del pueblo santo."
Romanos 8:26 - 28 (DHH)

Podemos, entonces, pedirle al Espíritu de Dios que nos ayude cuando no sepamos qué orar ni cómo orar. Como lo indica el verso anterior, Él intercederá por nosotros y hará las peticiones más indicadas.

Pero aún hay más. Observemos el siguiente verso:

"Sin embargo, cuando el Padre envíe al Abogado Defensor como mi representante —es decir, al Espíritu Santo—, él les enseñará todo y les recordará cada cosa que les he dicho."
Juan 14:26 NTV

Otra traducción para el mismo verso indica lo siguiente:


"Pero el Consejero, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, les enseñará y recordará todo lo que les dije."
Juan 14:26 PDT


Entonces, el Espíritu Santo es nuestro Abogado defensor, nuestro consejero, nuestro maestro, nuestro amigo y quien nos consuela. Él nos recordará lo que Jesús dijo, y de hecho, nos recuerda la Escritura, a fin de que podamos orarla y así pedir conforme a la voluntad de Dios. Igualmente, Él es quien nos enseña la Biblia y nos habla a través de ella.

Teniendo en cuenta los versos anteriores, si necesitas ayuda en el momento de orar, puedes pedirle ayuda al Espíritu Santo para que guíe tu oración, y Él lo hará. No dudes en pedir Su ayuda y dirección cuando lo necesites, e inclusive, en todos los momentos en que tengas que tomar una decisión.

Más adelante en otro aparte continuaremos con más características de la oración.

Si tienes alguna duda o pregunta, puedes dejarla consignada en el espacio inferior de comentarios. Gracias.



[1] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida Nueva. Editorial Buena Semilla. Pág 37.
[2] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida NuevaEditorial Buena Semilla. Pág 37.
[3] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida NuevaEditorial Buena Semilla. Pág 37.
[4] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida NuevaEditorial Buena Semilla. Pág 38.
[5] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida NuevaEditorial Buena Semilla. Pág 38.

La Oración - Parte 3

Seguimos con las características de la oración:


e) Al orar debemos perdonar. [1]

Perdona el mal que hacemos,
así como nosotros perdonamos
a los que nos hacen mal.
Mateo 6:12 TLA

Si queremos que Dios perdone nuestros pecados(nuestras ofensas a Él, todo aquello que nos separa de Dios), debemos perdonar a los que nos han hecho daño, bien sea físico o psicológico(esto es, emocional). Esta es una condición que nos puso Jesús para que fuéramos perdonados.

Vamos a ver una definición del perdón según The Free Dictionary by Farlex(está en Internet):

1. Olvidar  una  persona  la  falta que  ha cometido  otra  persona contra ella o contra otros  y  no guardarle rencor ni querer castigarle por ella, o no tener en cuenta una persona una deuda o  una obligación que otra tiene con ella:  no le ha perdonado lo que hizo.

2. Librar  a  una  persona  de  una  deuda, un  castigo  o  una  obligación: le  han  perdonado las clases que debía dar.


Estas dos definiciones nos caen como anillo al dedo.  Perdonar es lo que nos describen esas dos definiciones. Si tú perdonas, Dios te perdona. Si no perdonas, Dios no te perdona. Así de sencillo.

Aunque el perdón es un tema complejo y no profundizaremos en él en este aparte, lo que te puedo recomendar es que PERDONES, porque si no lo haces, te produces daño a ti mismo. El hecho de perdonar trae como consecuencia que tu corazón esté libre de rencor, odio, amargura y tristeza . Perdonar lo debes hacer más que todo por ti porque de esa manera mantendrás sano tu corazón y estarás libre de todo mal sentimiento o idea. El perdón te libera de la persona que te hizo daño, es decir, permite que sigas tu vida sin tener presente a esa persona que te hizo daño. El rencor por el contrario te ata más a esa persona porque la tendrás presente en tu mente y en tu corazón a causa del rencor que sientas contra ella. En todo caso, perdonar te hace bien hasta para tu salud.

Recuerda que Dios te perdonó a ti a través de su Hijo Jesucristo, de modo que, si Él te perdonó, ¿no habrías tú de perdonar a otros? Toma la decisión de perdonar. Esto no llegará como un sentimiento sino que es una decisión que tomas. Perdonar es una decisión.

Así como Dios nos perdonó, debemos perdonar a otros. Cuando Dios nos perdona olvida las ofensas que hicimos contra Él, no nos echa más en cara lo malo que hayamos hecho y se restaura la relación con Él, de modo que podemos seguir con Él sin ningún problema. Es como "Borrón y cuenta nueva". Lógicamente no hay que volver a caer en el mismo pecado, hay que cambiar de actitud y no volverlo a hacer.

Aprovecho para pedirles perdón si en algo los he ofendido y también para recordarles que si cometemos pecado, debemos sentir tristeza por haberlo cometido,confesar el pecado a Dios y no volver a recaer en dicho pecado. Aprópiate de esta promesa:

"Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad." (1 Juan 1:9 NVI)

 
Fuente: http://ubdavid.org/espanol/vida-practica/vida-practica_18.html                  


f) La oración trae protección. [2]


Y cuando vengan las pruebas,

no permitas que ellas nos aparten de ti,

y líbranos del poder del diablo.

Mateo 6:13 TLA



Para entender más a fondo este versículo, utilizaremos una traducción más de la Biblia:

Y no nos dejes caer en tentación,

    sino líbranos del maligno.
Mateo 6:13 NVI


Cuando oramos a Dios podemos pedirle específicamente que no nos permita caer en tentaciones que nos pueden salir al paso, por ejemplo: robar, hacer malos negocios, hablar mal de alguien, querer vengarnos,etc. Todos afrontamos tentaciones, pero, fiel es Dios que no permitirá que seamos tentados más allá de lo que podemos resistir ya que Él nos dará la salida para escapar de caer en la tentación. Igualmente podemos pedirle a Dios que nos proteja a nosotros y a nuestras familias de todo accidente, enfermedad, robo o cosa y/o situación perjudicial.

También hay un elemento que debemos tomar en cuenta: el diablo existe. Si no crees en el diablo, es mejor que cambies tu creencia. ¿Por qué? Sencillo: Dios creó a Lucifer, quien hoy en día es Satanás.

La historia resumida es la siguiente: cuando Dios estaba creando todo lo existente, creó a Lucifer, o Lucero, quien era un precioso ángel. Sin embargo, a causa de su hermosura y perfección, Lucifer se llenó de orgullo y quiso ser como Dios, de modo que se rebeló contra Él y se llevo consigo a la tercera parte de los ángeles del cielo en esta rebelión contra Dios. Por supuesto, Dios no fue vencido(como es obvio) y expulsó del cielo a este ángel y a sus compañeros rebeldes. Después de esa expulsión del cielo, Lucifer se transformó en quien hoy conocemos como Satanás o el diablo y esos ángeles rebeldes se convirtieron en demonios, formando todo un reino cuyo Principal o rey es el diablo. Todo lo anterior está descrito en la Biblia, que como lo dijimos, es Palabra de Dios.

Jesús habló del diablo, los apóstoles hablaron del diablo, el profeta Isaías habló del diablo, lo mismo que en la historia del Rey David se narra como Satanás lo incitó a pecar contra Dios y, el profeta Daniel por su parte, narra cómo un ángel enviado por Dios no pudo entregarle a él un mensaje temporalmente porque un grupo de demonios se le opuso en el camino durante 40 días.


De acuerdo a lo anterior y a los versículos que estamos estudiando, podemos ver:

1. El diablo existe.
2. El diablo tiene poder.

3. Satanás puede afectarnos, hacernos daño.



Lógicamente Dios es más fuerte que el diablo. Dios es todopoderoso(tiene todo el poder, de hecho, su poder es ilimitado) mientras que el diablo es una criatura con limitaciones(su poder tiene límite). 

Por lo anterior, debemos pedirle a Dios que nos proteja de Satanás y sus emisarios. El diablo es nuestro enemigo y quiere hacernos daño. Él y sus secuaces  tratarán de hacernos daño de muchas formas y en  distintas áreas de nuestras vida, pero, si oramos, Dios siempre nos protegerá. Si Satanás nos tienta(pues es una de sus actividades), Dios es capaz de darnos la fuerza para huir y no caer en la tentación.

Satanás no es un juego. Él es real. No debes tenerle miedo, pero tampoco pienses que es un muñeco de peluche. Dios está contigo, así que no temas. Se obediente a Dios, resiste las asechanzas del diablo y él huirá de ti. Eso es lo que la Biblia dice que se debe hacer.


Fuente: https://cronicadeunatraicion.wordpress.com/2012/11/14/119-desilusion-mortal/ 

Teniendo claras estas características de la oración, podríamos preguntarnos cómo orar o qué nos serviría de guía para orar. Pues bien, la guía por excelencia para orar es la Biblia. Así es: la Biblia por ser Palabra de Dios nos permite ver el pensamiento de Dios y también conocer lo que Él desea. De ese modo, al conocer el pensamiento de Dios, podremos pedir de la manera correcta, de la manera que a Él le gusta. Lo que a Dios le gusta es todo lo verdadero, todo lo que merece respeto, todo lo que es justo y bueno, todo lo que se reconoce como virtud, todo lo que es agradable y merece ser alabado (Filipenses 4:8 TLA).

En la Biblia puedes encontrar promesas, mandamientos, enseñanzas y condiciones. Pues precisamente esos contenidos son los que debemos orar. [3]  Vamos a ver unos ejemplos:

"Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús."
Filipenses 4:19 NVI

El anterior verso es una promesa.  Ahora veremos un mandamiento:

"Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas." 
Deuteronomio 6:5 NVI

La siguiente es una condición:

"Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra. Si obedeces al Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre:..."

Deuteronomio 28:1-2 NVI

Y finalmente, una enseñanza:

"Jesús lloró."
               Juan 11:35                                                                             

Del anterior versículo concluimos que Jesús tiene sentimientos(puede sentir tristeza, alegrarse, enfurecerse), que demuestra dichos sentimientos y según el contexto del versículo, no se puede establecer por qué lloró Jesús. Solo sabemos que lloró. 

Aplicando esto a nuestras vidas, especialmente los hombres, podemos encontrar que un verdadero hombre no se avergüenza de sus sentimientos, que no los oculta y que un hombre también llora. Igualmente nos permite ver que Jesús y, también Dios, no son como los muestran en las mayorías de películas  o como los imaginamos: serios, meditabundos, como levitando, sin sonreír, abstraídos o alejados del mundo o de las personas, sin capacidad de sentir el dolor ajeno o si lo sienten no lo demuestran, entre otras tantas características no correctas.  

Este verso nos permite comprender que tenemos un Dios que se alegra, que puede llorar, que puede reír, que puede compartir el dolor que sentimos y si lees toda la historia que rodea ese versículo podrás ver que Dios hace milagros mas allá de lo que podemos imaginar o pedir. 

Para tomar un ejemplo sobre cómo orar la Biblia, podemos tomar Deuteronomio 28:1-2, de tal modo, que la persona que lo lea, puede orarlo así:

"Padre, en el nombre de Jesús te pido que me concedas y me ayudes a  escucharte realmente y a cumplir fielmente todos tus mandamientos. Dios mío, que te obedezca. Gracias, Señor. Amén."

¿Ves? Es fácil.Solamente ora cada vez que encuentres esos fabulosos contenidos de la Palabra de Dios ya que son bendiciones de las cuales puedes apropiarte y que lógicamente conlleva a que se vuelvan realidad en tu vida. Entonces, la Biblia, que es Palabra de Dios, es para orarla. Te recomiendo que empieces leyendo el Evangelio de Juan. Es muy bonito. Ningún escrito que hable sobre la vida de Jesús supera al Evangelio de Juan [4], además que nos muestra la faceta humana de Jesús de una manera más profunda y cercana a nosotros.

La oración es el arma más poderosa que tiene el cristiano. Sin oración, no hay cristianismo. Por eso: ¡Ora! No es necesario saber palabras refinadas o tener un conocimiento muy profundo de Dios. Solamente dile a Dios lo que está en tu corazón. Dile lo que piensas. Se sincero. Dios no mira lo externo, sino lo interno, o sea, tu corazón.[5]

Cuando tengas problemas, acuérdate de Dios. No tengas a Dios por ultima opción sino por primera opción. Nuestra primera opción siempre debe ser Dios. [6] Puedes tener muchos problemas pero definitivamente el que te ayuda a salir de todos ellos es Dios. Por eso, acude a Él primero en todo momento. Además, eso demuestra dependencia de Dios, y Él quiere ayudarte. Sólo escucha Su voz y haz lo que Él te aconseje u ordene. Dios puede hablar por varios medios pero especialmente a través de la Biblia.

Voy a contarles un testimonio del poder de Dios y de la protección a través de la oración: 

Hace algunos años fui a hacer una diligencia al norte de la ciudad. Cuando regresaba a mi casa tome un atajo por el parque del barrio pues el parque estaba detrás de mi casa. Sucedió que en ese parque estaba acostado y durmiendo un indigente y junto con él estaba un perro de esos de la calle, los cuales son peligrosos y bravos. Pues bien, cuando pasé por el parque, el perro(una mezcla como de Pit Bull con perro criollo) se fue corriendo hacia donde yo estaba con la intención de morderme. Yo me quedé quieto. Lo único que hice fue orar. Nadie me ayudó. Solo estábamos Dios y yo. ¿Qué hice? ¿Le pedí ayuda a alguien siendo que no había quien me ayudara? Pues no. Lo único que pude hacer fue orar, pedirle a Dios que me ayudara y quedarme quieto. 

Oré durante 5 minutos. Esos 5 minutos no se me van a olvidar porque ese perro era una amenaza. No exagero. ¿Que habría pasado si me hubiera mordido? Esos perros son enfermos y rabiosos. ¿Quién sabe qué hubiera pasado si me muerde? Pues bien: después de estar 5 minutos en una oración que fue muy guerrera, el perro desistió. Casi todo el tiempo tuvo su cabeza agachada(como si algo lo detuviera y le impidiera morderme, o quizás, lo avergonzara), pero finalmente, con su cabeza agachada, se fue. Apenas se fue, yo empecé a correr. 

Pero no termina ahí, pues el milagro también consistió en que el perro no salió a correr para morderme apenas yo emprendí mi huida. Simplemente se fue, no volvió más, y si no estoy mal, nunca más lo volví a ver.

Esas son batallas que libras en oración y que nunca se te olvidan. Quedan en el recuerdo y para la gloria de Dios. ¡Así que ora! ¡Lee la Biblia!




Por todo lo anterior y para terminar este apartado, la invitación final es a que lleves una vida de oración pues Dios está deseoso de escucharte y de hablar contigo. Dios es tu padre, Él te ama y quiere hablar contigo. No desaproveches la oportunidad de hablar con Dios. Y recuerda: Orar no es una obligación, es una necesidad.

Si tienes alguna duda o pregunta, puedes dejarla consignada en el espacio inferior de comentarios. Gracias.

[1] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida NuevaEditorial Buena Semilla. Pág 38.
[2] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida NuevaEditorial Buena Semilla. Pág 38.
[3] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida NuevaEditorial Buena Semilla. Pág 38.
[4] Hoover,J., Wilkinson,B., Kirk, P. (1994). Tu Andar DiarioEditorial Unilit. Pág 353.
[5] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida NuevaEditorial Buena Semilla. Pág 38.
[6] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida NuevaEditorial Buena Semilla. Pág 38.