Ahora vamos a mirar las características de la oración, las cuales son diversas y muy interesantes. Para este análisis usaremos el modelo perfecto de oración: el Padre Nuestro, el cual fue diseñado y enseñado por el mismo Señor Jesús. Echémosle un vistazo:
"Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas. A ellos les encanta que la gente los vea orar. Por eso oran de pie en las sinagogas y en los lugares por donde pasa mucha gente. Pueden estar seguros de que no tendrán otra recompensa.
»Cuando alguno de ustedes ore, hágalo a solas. Vaya a su cuarto, cierre la puerta y hable allí en secreto con Dios, su Padre, pues él da lo que se le pide en secreto.
»Cuando ustedes oren, no usen muchas palabras, como hacen los que no conocen verdaderamente a Dios. Ellos creen que, porque hablan mucho, Dios les va a hacer más caso. No los imiten, porque Dios, nuestro Padre, sabe lo que ustedes necesitan, aun antes de que se lo pidan.
»Ustedes deben orar así:
Danos la comida que necesitamos hoy.
Perdona el mal que hacemos,
así como nosotros perdonamos
a los que nos hacen mal.
Y cuando vengan las pruebas,
“Padre nuestro
que estás en el cielo:
Que todos reconozcan
que tú eres el verdadero Dios.
Ven y sé nuestro único rey.
Que todos los que viven
en la tierra te obedezcan,
como te obedecen
los que están en el cielo.
que estás en el cielo:
Que todos reconozcan
que tú eres el verdadero Dios.
Ven y sé nuestro único rey.
Que todos los que viven
en la tierra te obedezcan,
como te obedecen
los que están en el cielo.
Perdona el mal que hacemos,
así como nosotros perdonamos
a los que nos hacen mal.
Y cuando vengan las pruebas,
no permitas que ellas nos aparten de ti,
y líbranos del poder del diablo.”
Mateo 6 : 5 - 13 TLA
Como lo dijimos antes, el Padre Nuestro nos permite encontrar unas características que vamos a analizar, como sigue:
a) Orar no es repetir. [1]
"Cuando ustedes oren, no usen muchas palabras, como hacen los que no conocen verdaderamente a Dios. Ellos creen que, porque hablan mucho, Dios les va a hacer más caso."
Mateo 6:7 TLA
Aunque Jesús instauró el Padre Nuestro, las oraciones que Él hizo fueron variadas. Cuando Él oraba, estaba hablando con su Padre, y en distintos pasajes de la Biblia podemos observar cómo Él le decía las cosas a Dios: le decía lo que sentía (Lucas 10:21), lo que pensaba (Marcos 14:36), lo que deseaba (Juan 17:24). Hablaba con Dios de corazón, es decir, sinceramente. Cuando Jesús oraba NO repetía el Padre Nuestro, sin embargo, sus oraciones sí mostraban el esquema, y más que todo, las características mismas de la oración que expuso en el Padre Nuestro.
Jesús diseñó el Padre Nuestro como modelo de oración, mas no para que fuera repetido y repetido un sin número de veces de manera inconsciente, mecánica y religiosa.
Orar no es rezar, no es repetir. Orar es hablar con Dios.[2] Es decirle lo que se siente,lo que se piensa, lo que se opina,lo que se desea. Hay una diferencia muy grande entre repetir frases o palabras y decir las cosas que se piensan, se sienten, se desean, se planean, etc.
b) Orar incluye adorar. [3]
¿Qué es adorar? Bueno, adorar tiene un significado muy bonito y profundo desde el punto de vista espiritual y del alma. Adorar a Dios significa deleitarse en Él, es decir, que nuestro corazón:
- Tome placer en Dios.
- Se goce en Él.
- Le entregue todo nuestro amor.
- Se sienta feliz con Dios.
Adorar también significa que nuestro corazón respete a Dios, lo honre, que se humille ante Él, que se rinda a Él (es decir, se someta a Su voluntad); teniendo estos significados como los más prácticos y puntuales. En pocas palabras, adorar es una actitud interior que se expresa de modo exterior. La Adoración es una expresión de nuestro amor a Dios.
¿Cómo adorar? Lo puedes hacer con tus propias palabras, con una canción, con una actitud reverente ante Dios, haciéndole un poema lleno de amor hacia Él, pero más aún con tu forma de vivir.
La adoración es única y exclusivamente para Dios. La Biblia prohíbe darle a adoración a alguna otra persona o cosa.
Para que tengas una idea sobre lo que es la adoración, el siguiente vídeo es una canción que habla sobre el amor de Dios por el mundo al entregar a su Hijo Jesucristo a fin de que pagase por nuestros pecados y así nos diera esperanza y salvación, y también expresa lo que siente el autor de la canción. Este video nos permite ver la manera en que una persona expresa su adoración a Dios.
Fuente: http://youtu.be/e5OXAQKyU8w
Jesús diseñó el Padre Nuestro como modelo de oración, mas no para que fuera repetido y repetido un sin número de veces de manera inconsciente, mecánica y religiosa.
Orar no es rezar, no es repetir. Orar es hablar con Dios.[2] Es decirle lo que se siente,lo que se piensa, lo que se opina,lo que se desea. Hay una diferencia muy grande entre repetir frases o palabras y decir las cosas que se piensan, se sienten, se desean, se planean, etc.
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Fuente: http://homes.ourproject.org/~vjrj/blog/2008/11/26/repitiendo/ |
b) Orar incluye adorar. [3]
"Ustedes deben orar así:
Padre nuestro
que estás en el cielo:
Que todos reconozcan
que tú eres el verdadero Dios."
Mateo 6:9 TLA
- Tome placer en Dios.
- Se goce en Él.
- Le entregue todo nuestro amor.
- Se sienta feliz con Dios.
Adorar también significa que nuestro corazón respete a Dios, lo honre, que se humille ante Él, que se rinda a Él (es decir, se someta a Su voluntad); teniendo estos significados como los más prácticos y puntuales. En pocas palabras, adorar es una actitud interior que se expresa de modo exterior. La Adoración es una expresión de nuestro amor a Dios.
¿Cómo adorar? Lo puedes hacer con tus propias palabras, con una canción, con una actitud reverente ante Dios, haciéndole un poema lleno de amor hacia Él, pero más aún con tu forma de vivir.
La adoración es única y exclusivamente para Dios. La Biblia prohíbe darle a adoración a alguna otra persona o cosa.
Para que tengas una idea sobre lo que es la adoración, el siguiente vídeo es una canción que habla sobre el amor de Dios por el mundo al entregar a su Hijo Jesucristo a fin de que pagase por nuestros pecados y así nos diera esperanza y salvación, y también expresa lo que siente el autor de la canción. Este video nos permite ver la manera en que una persona expresa su adoración a Dios.
Fuente: http://youtu.be/e5OXAQKyU8w
c) La oración involucra sujeción. [4]
"Ven y sé nuestro único rey.
Que todos los que viven
en la tierra te obedezcan,
como te obedecen
los que están en el cielo."
Que todos los que viven
en la tierra te obedezcan,
como te obedecen
los que están en el cielo."
Mateo 6:10 TLA
d) La oración nos permite hacer Petición. [5]
Si tienes alguna duda o pregunta, puedes dejarla consignada en el espacio inferior de comentarios. Gracias.
Cuando hablamos de sujetarnos a Dios estamos indicando que nos sometemos a Su voluntad, es decir, no hacemos lo que queremos sino que elegimos hacer lo que Dios quiere. Para entender mejor esta situación e importante verdad veremos dos ejemplos:
1. El Señor Jesucristo. Cuando Jesús oraba a Dios en el huerto de Getsemaní pidiéndole que si era posible no le tocara a Él padecer todo el sufrimiento que implicaba ser crucificado, finalmente accedió a la voluntad de Su Padre exclamando el muy conocido y profundo " pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras" (Marcos 14:36 LBLA).
Someterse a Dios significa no hacer nuestra voluntad sino hacer Su voluntad.
Someterse a Dios significa no hacer nuestra voluntad sino hacer Su voluntad.
2. La virgen María. Parte del plan de Dios para salvar a la Humanidad era escoger a una mujer para traer Su Hijo al mundo. María fue el instrumento que Dios usó para traer a Jesús al mundo. Valga hacer una aclaración: María no es la madre de Dios (Él no tiene mamá, pues si así fuera, dejaría de ser Dios), pero, sí es la madre de la parte humana de Jesús(recordemos que Él es 100 % hombre y 100 % Dios).
Lo que muchos no saben es que el hecho de que María estuviera embarazada sin haberse casado le conllevaba una amenaza de muerte, pues, según la Ley judía, la mujer que adulteraba debía ser apedreada. ¿Pero qué pasó? María no tuvo miedo y se sometió a la voluntad de Dios, tal como lo exclama en el texto bíblico:
"A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María. El ángel se acercó a ella y le dijo:
—¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo.
—Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho." (Lucas 1:26- 38 NVI).
Lo que muchos no saben es que el hecho de que María estuviera embarazada sin haberse casado le conllevaba una amenaza de muerte, pues, según la Ley judía, la mujer que adulteraba debía ser apedreada. ¿Pero qué pasó? María no tuvo miedo y se sometió a la voluntad de Dios, tal como lo exclama en el texto bíblico:
"A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María. El ángel se acercó a ella y le dijo:
—¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo.
Ante estas palabras, María se perturbó, y se preguntaba qué podría significar este saludo.
—No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—. Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David, y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su reinado no tendrá fin.
—¿Cómo podrá suceder esto —le preguntó María al ángel—, puesto que soy virgen?
—El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios. También tu parienta Elisabet va a tener un hijo en su vejez; de hecho, la que decían que era estéril ya está en el sexto mes de embarazo. Porque para Dios no hay nada imposible. —Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho." (Lucas 1:26- 38 NVI).
Todos debemos tener la esperanza de que lo que Dios quiere para nosotros es mejor que lo que queremos para nosotros mismos. De hecho, Dios sabe lo que es mejor para nosotros pues es nuestro Creador(esto indica que nos conoce a profundidad,que conoce lo más profundo e íntimo de nuestro corazón, de nuestro ser) y por tanto tiene toda la autoridad para indicarnos qué hacer y cómo hacerlo.
Aunque someterse a Dios duele(en la mayoría de los casos, si no en todos), es lo mejor, pues al final se tendrá paz de haber hecho lo correcto y lo que hagamos conforme a la voluntad de Dios dará un fruto que nada ni nadie podrá derribar, pues es Dios mismo Quien hace que nuestras acciones de obediencia den el fruto adecuado y correcto. Cuando Dios hace algo, nada ni nadie lo puede derribar ni quitar.
Obedece siempre a Dios en todo. Recuerda que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta. Aunque al principio nos cueste obedecer, al final veremos los frutos, los cuales son buenos, agradables y perfectos. Estaremos felices y en paz como consecuencia de haber obedecido.
La obediencia a Dios es la llave de la bendición, esto es, obedecer a Dios te traerá como consecuencia que Él te bendiga, que te dé muchas bendiciones.
Recuerda esta preciosa promesa:
"Díganle al justo que le irá bien,
La obediencia a Dios es la llave de la bendición, esto es, obedecer a Dios te traerá como consecuencia que Él te bendiga, que te dé muchas bendiciones.
Recuerda esta preciosa promesa:
"Díganle al justo que le irá bien,
pues gozará del fruto de sus acciones."
Isaías 3:10 NVI
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Fuente: http://jhonmilton.org/una-familia-de-fe/ |
d) La oración nos permite hacer Petición. [5]
"Danos la comida que necesitamos hoy."
Mateo 6:11 TLA
Como lo vimos en la descripción de la Oración, nosotros podemos hablar con Dios y pedirle las cosas que necesitamos. Dios nos oirá, siempre y cuando pidamos conforme a Su voluntad, lo cual es lo mejor para nosotros. Dios sabe qué es lo mejor para nosotros.
Para orar debemos tener en cuenta dos factores claves:
1. Pedir en el Nombre de Jesús. Cuando Jesucristo estaba aquí en la Tierra, dio instrucciones a Sus discípulos, y entre esas instrucciones tenemos la siguiente promesa: "Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo. Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré."(Juan 14:13 - 14 NVI).
Esta promesa sigue vigente para nosotros, así que si pedimos en el Nombre de Jesús, nos será dado lo que pedimos. Un ejemplo: María necesita unos zapatos y no tiene plata. ¿Qué hace María? Sencillo: ella ora. La oración que hace es la siguiente:
"Dios mío, en el Nombre de Jesús te pido que me concedas unos zapatos. Mira, Dios mío, que no tengo zapatos y necesito unos. Gracias, Señor, en el Nombre de Jesús. Amén"
Después de eso, un familiar de María llega al otro día a la casa y le regala unos zapatos.
Debemos recordar que Dios obra de variadas formas, así que, retomando el ejemplo de María, Dios pudo haberle contestado de varias maneras, entre las cuales se pueden encontrar que ella consiguiera un trabajo que le proveyera dinero para sus zapatos, o que alguien le prestara dinero para comprarlos, o como dijimos, que el familiar de María llegara al otro día y le diera los zapatos, etc.
2. Pedir conforme a la voluntad de Dios. La Biblia nos habla de una promesa muy interesante y muy bonita, la cual debemos tener en cuenta y muy presente para nuestras peticiones:
"Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye." ( 1 Juan 5:14 NVI).
"Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye." ( 1 Juan 5:14 NVI).
Dios NO nos da todo lo que le pedimos, sólo nos dará lo que está en Su voluntad darnos. Dios sabe qué es lo mejor para nosotros y, aunque creamos saber lo que es mejor para nosotros(aunque en realidad no lo sea) y en base a eso le pidamos cosas, Él sólo nos dará lo que nos conviene, lo que en verdad es mejor para nosotros. ¿Dónde encontramos la voluntad de Dios para nuestras vidas? Respuesta: en la Biblia. Por eso debemos leer la Biblia.
Con lo anterior NO se quiere indicar que NO debemos pedirle cosas a Dios. Sí debemos pedirle cosas a Dios pero teniendo presente que las cosas se nos concederán conforme a Su voluntad.
Otra traducción para el mismo verso indica lo siguiente:
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Fuente: http://iglesiared.org/Transformados%20por%20la%20oracion.html |
También conviene hablar en este aparte sobre el Espíritu Santo. Él es Dios, y es precisamente Él quién nos puede ayudar en el momento de la oración. De hecho, una de las actividades que hace el Espíritu Santo es ayudar al creyente en la actividad de orar. Esto lo podemos ver en el siguiente versículo:
"De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido, pero el Espíritu mismo ruega a Dios por nosotros, con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe qué es lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega, conforme a la voluntad de Dios, por los del pueblo santo."
Romanos 8:26 - 28 (DHH)
Podemos, entonces, pedirle al Espíritu de Dios que nos ayude cuando no sepamos qué orar ni cómo orar. Como lo indica el verso anterior, Él intercederá por nosotros y hará las peticiones más indicadas.
Pero aún hay más. Observemos el siguiente verso:
"Sin embargo, cuando el Padre envíe al Abogado Defensor como mi representante —es decir, al Espíritu Santo—, él les enseñará todo y les recordará cada cosa que les he dicho."
Juan 14:26 NTV
Otra traducción para el mismo verso indica lo siguiente:
"Pero el Consejero, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, les enseñará y recordará todo lo que les dije."
Juan 14:26 PDT
Entonces, el Espíritu Santo es nuestro Abogado defensor, nuestro consejero, nuestro maestro, nuestro amigo y quien nos consuela. Él nos recordará lo que Jesús dijo, y de hecho, nos recuerda la Escritura, a fin de que podamos orarla y así pedir conforme a la voluntad de Dios. Igualmente, Él es quien nos enseña la Biblia y nos habla a través de ella.
Teniendo en cuenta los versos anteriores, si necesitas ayuda en el momento de orar, puedes pedirle ayuda al Espíritu Santo para que guíe tu oración, y Él lo hará. No dudes en pedir Su ayuda y dirección cuando lo necesites, e inclusive, en todos los momentos en que tengas que tomar una decisión.
Más adelante en otro aparte continuaremos con más características de la oración.
Más adelante en otro aparte continuaremos con más características de la oración.
Si tienes alguna duda o pregunta, puedes dejarla consignada en el espacio inferior de comentarios. Gracias.
[1] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida Nueva. Editorial Buena Semilla. Pág 37.
[2] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida Nueva. Editorial Buena Semilla. Pág 37.
[3] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida Nueva. Editorial Buena Semilla. Pág 37.
[4] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida Nueva. Editorial Buena Semilla. Pág 38.
[5] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida Nueva. Editorial Buena Semilla. Pág 38.
[2] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida Nueva. Editorial Buena Semilla. Pág 37.
[3] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida Nueva. Editorial Buena Semilla. Pág 37.
[4] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida Nueva. Editorial Buena Semilla. Pág 38.
[5] Casa Sobre la Roca. (2000). Vida Nueva. Editorial Buena Semilla. Pág 38.
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